THE METAMORPHOSIS

Tras llegar de un día interminable de trabajo, Gregor Samsa se despierta una mañana transformado en otro ser. A medida que su familia, especialmente su hermana Greta, se enfrenta a esta inesperada metamorfosis, su relación se ve desafiada por el miedo, la repulsión y la pérdida de comunicación. A través de la lente de la transformación física de Gregor, se exploran temas como la alienación, la incomunicación y la soledad, revelando la fragilidad de las relaciones humanas en un mundo absurdo y despiadado.

A medida que Gregor lucha por adaptarse a su nueva forma, se enfrenta el rechazo de los que le rodean. Inicialmente Greta muestra compasión y cuidado hacia Gregor, pero con el tiempo comienza a resentir su presencia y a considerarlo una carga, sufriendo a su vez otra suerte metamorfosis, en paralelo. La pérdida de la inocencia y la asunción del rol predominante la convierte paulatinamente en una persona que se tiene que deshacer de valores como la compasión, la empatía o el amor para poder sacar adelanta a su familia. Todos esos valores son un lastre en una sociedad hostil donde lo que importa es no parar nunca y seguir adelante. Seguir, progresar, continuar, avanzar.  La transformación de Gregor desencadena una serie de eventos que revelan la fragilidad de las relaciones humanas y la falta de empatía en un mundo que tiende a rechazar lo diferente. La ópera explora temas como la incomunicación y la pérdida de identidad, dejando al descubierto la vulnerabilidad y crueldad de la condición humana.

La música recrea un ambiente claustrofóbico. Gregor está aislado en su habitación, una habitación que casi toma la dimensión de personaje propio. Y toda la ópera transcurre ahí, en torno a una narrativa febril y al discurso incongruente de un Gregor transmutado, deshumanizado y alienado que nos hace empatizar con su desgracia.

Musicalmente, la ópera se inspira en los estilos y las corrientes de las primeras décadas del siglo XX, añadiendo también técnicas posteriores, como la armonía negativa o el minimalismo, y también otras técnicas extendidas más contemporáneas.

Desde el punto de vista estético, la obra es notoriamente expresionista, y también la música utiliza ese tipo de atmósferas y tensiones, aunque bajo unos patrones más actuales.

Todo esto nos sumerge en un mundo surrealista y emocionalmente intenso. Si la música se adentra en la angustia y el conflicto interno de Gregor, la puesta en escena se concentra en los elementos simbólicos y alegóricos del libreto, inspirados enormemente en el movimiento expresionista. A través de lo material de la puesta en escena, nos metemos en la mente de Gregor, quien, al dejar de ser “productivo” para su familia, irá cayendo en un absoluto abandono.